lunes, 14 de noviembre de 2016

No vuelvo a comprar en Linio

Desde que Linio llegó al mercado venezolano me pareció una propuesta sumamente interesante, después de todo soy fan de todos los negocios online, y contrastaba considerablemente con MercadoLibre plataforma en la cual desde hace varios años hago vida tanto como vendedor, como comprador. De hecho, MercadoLibre respondió a Linio con sus tiendas oficiales para brindarle un guiño a los compradores que cada día veían más a Linio.

Pero aún así Linio ofrecía algo que parecía valer oro, ser un intermediario responsable por mi compra (mi dinero y mi producto). Realmente desde mi primera compra en Linio quedé enamorada, en un par de oportunidades tuve inconvenientes y fueron extremadamente atentos y diligentes en brindarme una alternativa que no me dejara sin mi producto y cuando no había como satisfacer la compra ofrecían la devolución del dinero. Querían vender y parecía querían servir al cliente. Todo el idilio duró hasta mi última compra, la cual de hecho implicaba un mayor importe monetario, quizás eso sea lo que me hace sentir más grave la incidencia, entonces el día que me habían dicho llegaría el producto (una semana después de haber realizado la compra) recibí fue un correo que indicaba que el producto "se había acabado" que podían hacer el reintegro del dinero de 2 a 5 días hábiles (en este momento aún no se cumple ese plazo ni he recibido mi dinero, sigo perdiendo dinero) o que si era de mi interés el producto llegaría esta misma semana con un "ligero aumento de precio de Bs. 111.000 adicionales" lo cual eleva el precio muy por encima del precio del mercado.

¡Que caro es comprar en Linio!
En un país donde todos desconfiamos de todos, Linio propone confíes en ellos, pero la confianza se pierde cuando ellos no tienen ningún tipo de control o comunicación sobre el inventario de sus vendedores, ni negocian con ellos compensaciones para el cliente final. Lo cual más allá del factor moral y la confianza acaba con el valor del dinero del cliente, al cerrar una operación hasta 12 días después de realizada la compra. Entiendo que estamos en una economía súper divertida que no permite que mantengamos precios por más de dos días y que el dólar hace sus intentos de llegar al infinito y más allá, pero es ahí cuando el cliente se siente vulnerado por la burocracia y las respuestas tardías que terminan elevando el costo de oportunidad, lo que genera pérdidas monetarias al cliente porque cada día sin producto implica que tendrá que invertir más dinero para adquirir el producto y ni siquiera el dinero le está generando intereses en el banco a él sino a Linio.


Comprar para emprender
Por los momentos, estoy intentando usar los portales sólo de referencia y viajar al pasado e irme a las tiendas así estén debajo de las piedras para conseguir los productos que necesito para mis nuevos proyectos.

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