¡Regrese! Aunque inicialmente no tenía intenciones de irme de vacaciones mi cuerpo (enfermé) y los compromisos decembrinos fueron más fuertes que yo, cosa que debo agradecer porque disfrute algunos paseos por carretera muy diferentes en motocicleta, ¡súper divertido!
Como siempre este es mi espacio de
catarsis en el que intento ser profesionalmente correcta con mis opiniones, así
que para finalizar 2016 y empezar 2017 pretendía escribir mis análisis y
predicciones, pero por cuestiones de tiempo he decidido resumir.
Aunque no lo crean 2016 fue un año
que cumplió perfectamente con mis expectativas de inicio de año, porque acerté
al calificarlo de complicado
(anualmente le asigno un apellido al año, que refleja mis expectativas de cómo
lo vamos a pasar). Fue un año que paso a paso parecía nos sumergíamos en una
película de terror, donde los monstruos ya conocidos (escasez, inflación, dólar,
enfermedades, corrupción, narcotráfico, muerte y la política) crecían
velozmente, lo que provocó que todos los venezolanos sufriéramos y muchos se
preguntaran si se había tocado el fondo. Fue un año complicado de sobrevivir
para nosotros los ciudadanos venezolanos (tengo un amigo que dice que nos
robaron la ciudadanía). En 2016 vimos la cara del hambre y la enfermedad en
amigos, familiares y nosotros mismos, pero no hemos dejado de luchar para
sobrevivir y mientras lo intentamos aprendimos a darle la mano a los demás para
lograr sobrevivir juntos. Después de todo somos humanos, seres sociales que
necesitamos de los otros.
En diciembre pude viajar a la
Colonia Tovar y a Barquisimeto (en moto), en la carretera se siente la
indolencia de los gobernantes en cada hueco, bomba de gasolina abandonada,
estructuras en ruinas, proyectos sin concluir, proyectos con malos acabados,
etc. Pero, cuando llegas a tu destino y te acercas a la gente que trabaja por
mantener su empleo y su negocio, a ciertos grupos que hacen vida social, es
inevitable pensar que ahí está la fuerza de resistencia y cambio de Venezuela,
a la vez piensas cuál podrá ser la solución política para que los ciudadanos
brillen y realmente sean dueños del país. ¿Que se vayan todos? ¿Cambiamos todas
las estructuras institucionales de poder? ¿Por cuáles? Internacionalmente 2016,
parece haber demostrado que ningún sistema es infalible y siempre hay espacio
para la locura colectiva.
Lo cierto es que ya estamos en
2017, este año llevará como apellido impredecible,
es un año que contrario a los anteriores despierta más temprano, porque la
población no puede quedarse sin efectivo ni la comida que tanto escasean, hasta
la política ha despertado temprano (creo que no se durmió nunca ha pasado de
todo, en los últimos 15 días) para hacer sentir sus golpes a los venezolanos. Empezando
08-01-2017 con el anuncio del primer aumento de salario mínimo del año y fue de
50% llegando a Bs. 40.638,15. Pensar que hace menos de dos semanas mi papá se
cuestionaba pedir o no un crédito porque no sabía cómo lo iba a pagar, a lo que
le dije que no se preocupara porque en 2017 el salario mínimo se incrementaría al
menos 150%, luego revisé y en 2016 aumentó 180% pasando de Bs. 9.648.18 a Bs.
27.092,10. Espero que mi tía, así como muchos otros venezolanos no pierdan sus
empleos hoy 09-01-2017.
Yo he iniciado el año con esperanza de
que, en algún momento del 2017, la política se aplaque y la economía se sincere
para el bien de los venezolanos. Realmente creo que este año será tan
impredecible que es posible que pase algo bueno a mediano plazo, a pesar de que
la experiencia diga que siempre hay algo más que destruir y que el fondo sólo
existe cuando lo has dejado atrás.
Feliz 2017 para todos, que los buenos deseos y el trabajo duro de buenos frutos.
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