Llevamos tres días en proceso de recuperación de la documentación robada el lunes 12 de septiembre de 2016.
Ya hoy jueves 15 de septiembre, nos dispusimos a renovar nuestras licencias de conducir, porque eso de andar rodando y que se enamoren de uno sin los papeles suena prometedor en Caracas. Para nuestra sorpresa ha sido el trámite menos traumático hasta los momentos, ayer en la noche solicitamos la cita en el portal del INTT y en su correo decía que podíamos presentarnos en La California a partir de ese momento y ahí se podría cancelar el monto de Bs. 2.832 con tarjeta de débito y no decía lleváramos nada, aunque al atendernos nos pidieron la cita impresa pero como no la teníamos la chica muy amablemente la imprimió y nos procesó el trámite, a las 8:10am ya ambos teníamos licencia. Quisiera resaltar algo recurrente, pero que cuando estás contando hasta el último céntimo para movilizarte se hace más notorio, en el viaje en metro sucede algo interesante al momento de comprar un ticket simple cuyo precio es Bs. 4, si no lo pagas con el monto exacto ni los cajeros de las taquillas ni los metro pregoneros, te devuelven el bolívar correspondiente, es decir cobran Bs. 5, diferencia que evidentemente debe ir a algún bolsillo particular al momento del cierre de la caja. En algún momento en los anuncios del metro decían que realizaban cuatro millones de viajes si eso se traduce en cuatro millones de tickets de los que se quedan un bolívar no estamos hablando de una cantidad nada despreciable.
Como salimos tan temprano del trámite de la licencia nos dirigimos a buscar el glucómetro que finalmente un amigo nos consiguió, a eso de las 9:30am ya lo tenía en mis manos y no puedo describir la emoción que sentía en ese momento, el alivio del temor de que la salud de mi esposo se deteriorara por simplemente no lograr saber en cuánto está su glicemia. Tantas personas nos apoyaron a conseguirlo que no hay forma de agradecer tanto cariño. Como conversaba con el amigo que nos entregó el glucómetro hoy por nosotros mañana por él, siempre somos solidarios un valor aún muy arraigado en los venezolanos. Tengo fe de que en Venezuela somos más los buenos que los malos, como escribió mi esposo nos robaron cuatro, pero nos han ayudado más de 100 dentro y fuera de Venezuela.
Ya tengo cédula y algunas tarjetas, aunque no se pueden usar hasta mañana, así que entre eso y la inflación habrá algunas reposiciones que tardaran un poco más de lo deseado. Al menos, ya recuperamos los chips de nuestros celulares, aunque tuve que discutir con el chico de Movistar porque ellos tienen centros de atención vacíos y precios más económicos para los nuevos clientes, mientras que para los que tenemos 10 años con ellos pretenden mandarnos a un local cualquiera a pagar una diferencia mayor de Bs. 1.000 por cada chip, que considerando que tenía que comprar dos no es una cantidad de dinero que este para regalar.
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