Elegir el nombre perfecto nunca es
tarea sencilla, aunque hay quienes tienen la suerte de tener una epifanía que
les revela el nombre que tanto desean, por lo general, requiere pensar mucho.
Dar el nombre a una empresa,
negocio, emprendimiento, producto, sea lo que sea el proyecto que tengas entre
manos, es una experiencia divertida que te une al proyecto que le estás dando
vida y sí esto puede resultar sumamente estresante porque el nombre o marca que
elijamos influirá drásticamente en la vida de nuestro proyecto y en su éxito.
El nombre y/o la marca son tan
importantes como nuestro propio nombre, es como se presentará el proyecto o
producto, como será recordado y su primer rasgo de personalidad. De hecho, es
tan importante que suele suceder que un producto de mala calidad, pero con
excelente marca y presentación vende más que un producto de excelente calidad,
pero cuyo nombre es impronunciable y su presentación no es óptima.
Hasta los momentos tengo en mi
haber la creación del nombre de dos empresas y más de cinco marcas de producto,
a algunas les ha ido mejor que a otras y todas me han enseñado mucho, como menciono
a continuación.
1.
Conoce bien el
producto o negocio: tener el nombre antes de saber que va a vender puede
ser muy riesgoso porque puede que una cosa no pegue con la otra. Por ello, es
muy importante conozcamos a que se va a dedicar la marca, esto nos dará pistas
distintivas que pueden ser un gran comunicador de marca.
2.
Identifica a
quien va dirigido: no es lo mismo vender a niños que adultos, o a n mercado
selecto que popular. Piensan, hablan y visualizan con matices distintos.
3.
Investiga: el
sector en el que se desenvolverá el proyecto, que cosas se relacionan, quién es
el líder del mercado, por qué, cómo se distinguen, las inversiones que han
realizado para presentarse en el mercado, etc.
4.
Inventa: no
dejes de combinar letras, palabras, símbolos, tags que sean importantes para
ti.
5.
Simplifica:
cuando encuentras un nombre único que te cautiva, es importante que te asegures
que lo puedes transmitir fácilmente, al hablar y escribir. Por ejemplo, todas conocemos Swarovski, pero de seguro la primera
vez que lo vimos o escuchamos dudamos de cómo se pronunciaba y como se escribía.
6.
Búscalo en
Google y Redes Sociales: todos las empresas y marcas que creemos
necesitaran al menos una presencia básica en Internet, por eso es importante
que nos aseguremos la disponibilidad del nombre y qué otras cosas se encuentran
con el nombre que elegimos.
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